El Gobierno Nacional condena enérgicamente el violento ataque perpetrado por manifestantes que, bajo la fachada de una “protesta pacífica”, emboscaron un convoy humanitario custodiado por miembros de las Fuerzas Armadas.
El convoy transportaba víveres, combustibles y vehículos particulares con destino a comunidades que enfrentan el desabastecimiento producto del paro nacional convocado por la Conaie.
Como consecuencia de esta violenta emboscada, nueve militares resultaron heridos en cumplimiento de su misión y un manifestante perdió la vida al atacar a las fuerzas del orden.
Este hecho constituye la evidencia más clara de que la protesta NO es pacífica, sino que responde a la acción de grupos violentos y terroristas que buscan sembrar el caos y poner en riesgo la vida de la ciudadanía.
Tácticas guerrilleras
Desde el inicio del paro, los atacantes emplearon tácticas guerrilleras y armas caseras de gran impacto contra los uniformados, llegando incluso a disparar cohetes artesanales hacia un helicóptero de las fuerzas del orden.
Durante las protestas, los manifestantes quemaron una estación de Policía en Otavalo. Además, se registró la presencia de extranjeros vinculados presuntamente al grupo criminal “Tren de Aragua”, lo que confirma el carácter delictivo de estas acciones y la presencia de grupos terroristas infiltrados.
Cabe recordar que en Imbabura existe una fuerte presencia de mineros ilegales respaldados por Grupos de Delincuencia Organizada (GDOs) que estarían financiando y entrenando a los violentos.
El Gobierno Nacional ratifica que la seguridad y la vida de los ecuatorianos están por encima de todo. Ninguna acción criminal quedará impune.
El Estado ecuatoriano se mantiene firme, fuerte y en control, enfrentando a quienes pretenden desestabilizar al país.
