El cuidado integral de las personas mayores se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para las familias. Según el reporte de Higiene y Salud 2023 de Essity, 1 de cada 4 adultos quiere ser cuidados por un familiar. Por este motivo, es indispensable tener las herramientas para saber cómo participar en estos procesos.
En ese marco, TENA realizó el 1er Simposio Virtual sobre el Cuidado Integral del Adulto, con un objetivo de conocer la integralidad de la atención, por esta razón, se abordaron tres puntos ‘mente, cuerpo y espíritu’.
A través de este encuentro, la marca puso a disposición herramientas claves para cuidadores profesionales y no profesionales que fueron brindadas por tres ‘speakers’ de talla internacional como los argentinos Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas y Diego Bernardini, doctor en Medicina y Geriatría. Además, les acompañó el colombiano Santiago Rojas, médico especialista en cuidados paliativos oncológicos y medicina integrativa. Ellos junto a la moderadora del webinar Diana Vahos, jefa de Capacitación de TENA y enfermera profesional abordaron los tres pilares identificados como fundamentales para mejorar la calidad de vida.
El webinar se dividió en bloques que los expertos lo abordaron según su experiencia. El pilar de ‘mente’ fue el primero. Golombek, aseguró que la mente es la expresión de la actividad de las neuronas que forman parte del cerebro. Y cuidar el cerebro implica vigilar la actividad mental. La declinación y la disminución de las funciones cognitivas con la edad es inevitable. Sin embargo, es posible retardar estos procesos.
Una actividad que ayuda a protegerla son los crucigramas. También, el dormir adecuadamente es fundamental para mejorar el estado de ánimo, el sistema cardiovascular y inmune. A esto se le suma una buena alimentación y un buen relacionamiento interpersonal.
El segundo tema fue el ‘cuerpo’, el argentino Bernardini, comentó que a medida que nos hacemos mayores, la salud es más importante porque nos da la autonomía necesaria para realizar nuestras actividades. Y en la adultez esta es más frágil un ejemplo de ello son las funciones de los músculos, según estudios, estos se deterioran alrededor de un 3% cada 10 años, aunque se trata de una cifra relativa, en función del nivel de actividad de cada persona, de la alimentación y del sueño.